1. Limpiar bien, sazonar con sal, enharinar y freír las sardinas en la mitad del aceite. Colocarlas en una cazuela de barro. Reservar.
2. Pelar y cortar fina la cebolla, así como los tomates, sin piel ni semillas, rehogarlos en una sartén con un poco de aceite y cuando estén en su punto, verterlo todo encima de las sardinas.
3. En otra sartén, freír los dientes de ajo, pelados y cortados en láminas, junto con un poco de perejil picado y verterlo también en la cazuela con las sardinas.
4. Dejar cocer la mezcla unos 4 minutos.
5. Servir en la misma cazuela de barro.
6. Se pueden acompañar con ensalada o patatas cocidas.