Comer bien es consumir una dieta equilibrada, atendiendo tanto a la calidad como a la cantidad, cuidando que esa dieta esté compuesta por la debida proporción de aquellos alimentos portadores de nutrientes necesarios para la conservación y el armonioso desarrollo del cuerpo. De ahí que las sustancias esencialmente energéticas, denominadas hidratos de carbono, destinadas sobre todo a ser quemadas por el organismo para producir calorías, resulten beneficiosas cuando se pretende una alimentación racional. Alimentos ricos en hidratos de carbono son los frutos secos, los cereales y, muy especialmente, aquellos que llevan azúcar y miel, por lo cual resultan tan recomendables los apetitosos postres de dulces y frutas, las tartas y los helados.
TIPOS DE RECETAS DE POSTRE