1. Lavar la dorada sin quitarle las vísceras ni las escamas.
2. Cubrir el fondo de una rustidera o fuente de hornear con sal gruesa. Mojar un poco con agua, muy poco.
3. Depositar la dorada o doradas, encima y cubrirlas con el resto de la sal, hasta que queden completamente cubiertas.
4. Introducir en el horno, precalentado a 250 grados C. unos 30 minutos, hasta que la sal se rompa un poco.
5. Retirar el caparazón de sal y servir la dorada acompañada de salsa all i oli.
6. Salsa: Pelar los dientes de ajo y machacarlos en el mortero con un poco de sal hasta conseguir una pasta fina. El mortero puede sujetarse entre las rodillas o apoyarse sobre un paño de cocina para que no resbale.
7. A continuación, añadir muy poco a poco el aceite con una mano; mientras con la otra remover sin parar con la maza, siempre en el mismo sentido, hasta conseguir una crema espesa.