El vocablo sopa nos indica ya que, desde las primeras preparaciones que se hicieron de estos alimentos, el pan ha sido la base de los mismos. Otros es el caso de las cremas, en las cuales predomina generalmente la verdura triturada, y los purés, que son elaboraciones más sofisticadas. Junto al pan, y cada uno de ellos con distinta importancia según las tradiciones locales y las preferencias personales, el arroz, los huevos y también las hortalizas y legumbres. Precisamente, algunos platos podrían perfectamente integrarse tanto en el grupo de las sopas como en el de los potajes. Y, en cuanto al tratamiento culinario, éste es mediante cocción, salvo en el caso de los consomés fríos y los gazpachos. La riqueza de sabores y las cualidades nutritivas dependen, consecuentemente, de dichos ingredientes. Convendrá, en buena lógica, que nos refiramos someramente a ellos.