La bondad de la pasta alimenticia depende, ante todo, de la calidad de las harinas empleadas y del agua, que debe ser lo más pura posible; en segundo lugar, depende de la confección, de la desecación y de la conversación. Los macarrones y espaguetis de buena calidad tienen un tono uniforme algo amarillento, son semitransparentes, duros, frágiles y con olor y sabor característico, a pasta no fermentada pero cruda. Debido a su escasa humedad, ofrecen un valor nutritivo relativo superior notablemente al del pan.
Las pastas crudas, cualquiera que sea su tipo, deben presentar las siguientes características ya mencionadas; y, una vez cocidas, tendrán las siguientes propiedades:
* Buena tolerancia a la cocción.
* Absorber por lo menos su peso en agua sin desintegrarse.
* Hincharse hasta casi cuadruplicar su volumen.
* El agua de cocción no debe resultar turbia.
* No deben pegarse unas a otras.