1. Lavar bien las espinacas y escaldarlas con agua y sal; al primer hervor sacarlas.
2. Escurrirlas bien, exprimiéndolas un poco; cortarlas muy finas o tamizarlas.
3. Mezclar el queso rallado con las tres yemas de huevo y con la mantequilla derretida. Salpimentar.
4. Añadir esa mezcla a las espinacas y revolver bien.
5. Montar a punto de nieve las claras y mezclarlas con lo anterior, procediendo cuidadosamente para evitar que bajen.
6. Untar con mantequilla un molde alto y de paredes finas, y llenarlo con la mezcla.
7. Cocer en el horno a unos 200 g. C y servir inmediatamente, acompañado de las rebanadas de pan fritas y cortadas en triángulos.