1. Limpiar las perdices, salpimentarlas y atarlas.
2. Rehogarlas en una cazuela de barro con un poco de aceite.
3. Añadir el vinagre, el vino blanco, la pimienta, las hierbas aromáticas, la cabeza de ajos y las cebollitas, peladas y enteras.
4. Dejarlas cocer tapadas y muy despacio, hasta que estén tiernas; 1 hora, aproximadamente.