1. Salpimentar el pavo y freír hasta que esté dorado.
2. Sofreír la harina en el mismo aceite.
3. Agregar el caldo y un poco de azafrán machacado. Dejar cocer hasta que esté tierno.
4. Con el morcón, la pechuga de pavo, la longaniza y el lomo, todo bien picado, junto con la sangre y los piñones, formar unas albóndigas muy pequeñas y agregarlas al guiso.
5. Dejar cocer 10 minutos más.
6. Se puede servir acompañado de garbanzos cocidos y rehogados en la misma salsa.