1. Hervir los macarrones durante 12 minutos en agua abundante y con una cucharadita de sal, dejándolos un poco al dente. Escurrirlos y reservar.
2. Eliminar las raíces y la tierra a las setas; lavarlas rápidamente bajo el chorro de agua fría. Cortarlas muy menudas y reservar.
3. En una cazuela, verter el aceite y rehogar la cebolla, pelada y cortada fina; cuando empiece a tomar color, añadir el jamón cortado en dados, sofreír un poco y añadir los tomates pelados, sin semillas y muy picados. Sazonar con sal.
4. Dejar cocer lentamente, hasta que se reduzca un poco, añadir las setas y rehogar unos 10 minutos. Añadir un poco de agua o de caldo.
5. Incorporar los macarrones a la cazuela, mezclarlos bien para que se impregnen del sofrito, rallar un poco de nuez moscada, comprobar el punto de sal y rectificar si es necesario.
6. Verter todo el preparado en una fuente refractaria, espolvorear con el queso rallado y gratinar hasta que los macarrones estén bien dorados. Servirlos calientes.