1. Hervir los huevos en agua y un poco de sal, durante 12 minutos. Dejarlos enfriar.
2. En una olla con abundante agua y una cucharadita de sal, hervir los macarrones, durante 10 minutos y escurrirlos.
3. Poner nuevamente a cocer los macarrones en la leche, previamente calentada, hasta que queden bien secos.
4. Añadir entonces las tres cuartas partes del queso, sazonar con canela y un poco de sal, mezclarlos bien y verterlos en una "greixonera" o cazuela de barro.
5. Cubrirlos con el resto de queso rallado; espolvorearlos con canela por encima.
6. Colocar los huevos duros, pelados y partidos por la mitad, sobre los macarrones, encima de cada medio huevo poner un poco de mantequilla y repartir el resto sobre los macarrones.
7. Gratinar en horno bien caliente. Servir enseguida, al sacarlos del horno.