1. Ponemos a cocer los huevos. Ya cocidos los picamos y apartamos
2. Tostamos un poco las rebanadas de pan. Untamos sobre ellas el queso y colocamos las láminas de salmón o trucha (según gustos).
3. Colocamos sobre las rebanadas, un poco de huevo troceadito y espolvoreamos perejil seco picado por encima. Para terminar bañamos con un chorrito de aceite virgen extra.