1. En un cazo, derretir el chocolate junto con el café, a fuego muy suave.
2. Separar las yemas de las claras de huevo.
3. Añadir las yemas al chocolate, mezclando con rapidez con la ayuda de una espátula de madera.
4. Batir las claras a punto de nieve.
5. Retirar el chocolate del fuego y agregar las claras montadas sin parar de mezclar.
6. Disponer la mousse en una fuente honda de servir o en copas anchas e introducirlas en el refrigerador 1 ó 2 horas antes de consumirla.