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1. Limpiar los apios, eliminando las hojas y cortando los tallos por la mitad.

2. Escurrirlos un poco y ponerlos en una cacerola con agua hirviendo y un poco de sal. Después de 20 o 25 minutos sacarlos y cortarlos en rodajitas delgadas.

3. Poner en una cacerola aparte los 80 g. de mantequilla y cuando estén derretidos añadir los apios y las patatas cortadas en rodajas finas.

4. Completar con litro y medio de agua caliente y dejar hacer a fuego lento durante una hora y media, removiendo de vez en cuando.

5. Pasado este tiempo, sacar los apios y las patatas y pasarlos por un pasapuré. Recoger la crema en una cacerola pequeña y ponerla nuevamente al fuego.

6. Dejar que alcance el punto de ebullición y añadir las yemas de los huevos, removiendo enérgicamente con una cuchara, siempre en el mismo sentido.

7. Completar con medio vaso de nata y seguir removiendo unos minutos más.

8. Salar adecuadamente y retirar del fuego pocos minutos después. Servir con una guarnición de pan frito cortado en pequeños cuadraditos.