1. En un recipiente batir las yemas con el azúcar, incorporar poco a poco la leche y la crema de leche.
2. Colocar a fuego medio hasta que espese un poco sin dejar hervir. Retirar del fuego, añadir el Nescafé, la gelatina disuelta en un poco de agua tibia y la vainilla.
3. Verter sobre un molde húmedo esta preparación.
4. Colocar en la nevera durante tres horas. Desmoldar y decorar con nueces o con un poco de crema o fresas, estos tres productos le van muy bien a este postre de café.