1. En un bol mezclar el pollo con los huevos crudos, el pan rallado, la leche, la pimienta y la sal al gusto y unas hebras de azafrán.
2. Con una cuchara de madera ir trabajando la masa, si es necesario, también con las manos. Cuando quede bien mezclada, hacer bolas de pollo grandes o pequeñas según se quieran para aperitivo o bien como plato principal.
3. Rebozarlas con el esto del pan rallado y freírlas con mucho aceite.
4. Después, dejarlas escurrir sobre papel de cocina absorbente.