1. Limpiamos las anchoas, retirando cabeza, tripa y espina central. A continuación, con unas tijeras, retiramos las barbas.
2. Colocamos en un plato la harina y en otro el huevo batido.
3. Rebozamos las anchoas, pasándolas primero por harina y después por huevo.
4. A continuación, las freímos en abundante aceite caliente con un diente de ajo.
5. Al sacarlas colocamos entre dos anchoas una fina loncha de queso, de forma que este se funda con el calor de las anchoas.