1. Picamos la cebolla y el pimiento y los rehogamos en una cazuela baja con aceite de oliva y una pizca de sal.
2. Cuando estén tiernas y ligeramente doradas, incorporamos la salsa de tomate y damos unas vueltas para incorporarla.
3. Seguidamente, añadimos el arroz. Lo rehogamos a fuego medio-fuerte unos minutos y lo cubrimos con agua.
4. Dejamos que el arroz se haga y si fuera necesario añadimos mas agua durante el proceso. Una vez que el arroz esté tierno, lo retiramos del fuego, lo tapamos con un paño y dejamos que repose unos minutos.