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1. Cortar el trozo de carne asada sobrante en trocitos no muy pequeños.

2. Ponerlos en una cacerola a ser posible de barro, junto con un trozo de mantequilla y dejar que se doren.

3. Añadir un vaso de vino tinto y a fuego lento dejar durante diez minutos.

4. Pelar la cebolla y cortarla en trocitos diminutos. Ponerla en otro recipiente junto con un poco de mantequilla y esperar a que tome color.

5. Agregar el arroz y dejarlo tostar unos minutos, removiendo continuamente con una cuchara de madera.

6. Incorporar la carne asada y su jugo, junto con el vino tinto restante, dejando que se evapore a fuego fuerte.

7. Esperar a que termine la cocción, vertiendo poco a poco en la cazuela el caldo, a medida que se vaya secando el arroz.

8. Para terminar, espolvorear abundante queso parmesano y servir muy caliente en el mismo recipiente.